Consultoría de Selección
En el área de Recursos Humanos nos encontramos profesionales con formación académica en carreras como Psicología, Administración, Relaciones Laborales, entre otras. En promedio estas carreras tienen una duración de tres a cinco años, tiempo en el cual los profesionales adquieren conocimientos teóricos y desarrollan competencias para afrontar los retos profesionales futuros.
Sin embargo, la formación académica universitaria y gran parte de la bibliografía relacionada con la gestión del talento ha hecho foco en la ejecución de procesos por parte de los colaboradores y no ha considerado un escenario que en la actualidad es común: la externalización a través de empresas de consultoría.
Pero, ¿qué sucede cuando el profesional accede a una empresa de consultoría? ¿Qué habilidades son las que debe desarrollar el consultor o headhunter? ¿Ante qué condiciones se enfrenta este profesional?
Nuestros equipos de consultores especializados, y con una amplia experiencia, seleccionan los mejores profesionales para tu compañía.
Las personas que se unen a una empresa de consultoría o inician el camino para convertirse en consultor
o headhunter, pronto descubren una realidad diferente a la que les habían enseñado en su formación académica.
Diferencias en la labor de un consultor de selección
La naturaleza del proceso de selección es cubrir la necesidad de contratación de su cliente interno, y es ahí precisamente donde radica una gran diferencia: el consultor debe entender la dinámica, cultura y exigencias de varias organizaciones, pues su cliente interno no será una sino varias empresas que han optado por la externalización del proceso. De igual forma su línea de reporte directo no es únicamente con el jefe en la consultoría, sino con el responsable o persona de contacto en cada cliente.
El proceso de selección desde consultoría tiene variaciones respecto al de otro tipo de empresas ya que tiene exigencias adicionales considerando que se busca cubrir las necesidades de varios clientes de forma simultánea. Un consultor debe investigar y procesar una gran cantidad de información sobre la naturaleza de las empresas y cargos, culturas empresariales y demás aspectos que influyen en la contratación. También debe aprender a relacionarse con términos como candidato pasivo o análisis de factibilidad; e incluso ejecutar actividades que se suelen considerar pertenecientes a otras áreas como postventa o seguimiento.
Para un consultor el medio principal para obtener candidatos es el headhunting. Su fuente está en el mercado laboral, por lo que desarrollar habilidades como la búsqueda de información, recursividad, iniciativa y creatividad es su prioridad.
El consultor no es alguien que recibe hojas de vida, las filtra y las pasa a un cliente. Su trabajo empieza antes y va más allá. Debe dedicar tiempo a entender la realidad de su cliente, su situación frente al medio laboral, analizar sus exigencias en cuanto a perfil duro y habilidades blandas, y en función de eso realizar un análisis de factibilidad para asesorar técnicamente a la empresa y así ayudar a que la búsqueda tenga éxito.
Algunas de las características que William A. Cohen, especialista en prácticas de gestión empresarial, menciona que debe tener un consultor sobresaliente son:
- Habilidad en el trato con el cliente.
- Capacidad para diagnosticar problemas.
- Capacidad para encontrar soluciones.
- Conocimientos técnicos.
- Comunicación.
- Habilidades para vender.
En resumen, un consultor no es solamente un especialista en selección o un generalista de recursos humanos, sino también un asesor que a lo largo del proceso debe conversar y gestionar las expectativas de las distintas personas vinculadas en la contratación.
Es fundamental que en este tipo de procesos el consultor pueda tangibilizar su trabajo, es decir, mostrar constantemente al cliente sus avances. A su vez, para lograr buenos resultados estos deben ser objetivos, cumplir con los tiempos establecidos, y mantener una comunicación constante y abierta.